Pinguinos, lobos marinos y ballenas

Nuestra estadía en las Grutas fue breve, pero la aprovechamos al máximo. La verdad es el frío nos sacó corriendo. Hacía frío como si fuera invierno.

Hicimos unas caminatas familiares por la playa, fuimos hasta un lugar llamado piedras rojas, salimos a comer rico y barato y disfrutamos de atardeceres en la playa y en el centro de la ciudad.

dscn7568

Playas del Sur

dscn7594

Mi viejo, un genio.

dscn7633

Todo listo para comer en la playa

dscn7575

dscn7693

Atardecer en las Grutas

dscn7526

La Kangu ista para dormir

dscn7616

Fotón

dscn7677

Wafles y mates

dscn7671

Playa Piedras Rojas

dscn7552

Lobito marino tomando sol en la playa

dscn7628

Playas del sur

dscn7549

Caminatas por la playa

dscn7640

Playas del Sur, camino a Piedras Rojas

dscn7523

Cenamos rico y barato!

Después de pasar unos días en la playa seguimos manejando rumbo sur. Esta vez hacia Puerto Madryn. El viaje se hizo bastante largo porque, como les contamos antes, las rutas son eternas, rectas y el paisaje es solo estepa. Lo único que vimos fueron unas perdices y una avestruces.

LLegamos a Puerto Madryn cerca del mediodía y era una ciudad enorme. Al estilo Buenos Aires, solo que mas chica. Edificios, negocios, autos, colectivos, locales, vendedores y playa.

Pasamos por unas agencias de turismo para informarnos sobre las cosas que hay para hacer y conocer y nos fuimo espantados por los precios de las excurciones.

De todas formas, no pensábamos hacer excursciones, así que pedimos un mapa y nos fuimos hasta una reserva Natural donde pudimos ver lobos marinos en su habitat natural. Como no había casi nadie, la cuidadora se acercó a nosotros, nos mostró las crías y nos contó un poco de la vida de los lobos marinos. Todo gratis.

Desde ahí seguimos por la ruta hasta encontrar una playa alejada, donde estábamos practicamente solos. Cocinamos y comimos abajo del toldo. Después de un rato de descanso, llegaron unas familias mas, un hombre se acercó a nosotros y pasamos un buen rato charlando de viajes y lugares.

Como mis vejos habían llegado hacía un rato a Puerto Madryn, volvimos a la ciudad y fuimos a unas de las playitas del centro a tomar mates y jugar al tejo.

Pasamos una tarde hermosa y muy tranquila. Después nos fuimos a un supermercado a abastecernos de comida y de ahí a buscar un lugar donde comer.

Nos sentamos a comer un poco desorientados porque eran las 10 de la noche y aún era de día, cenamos una milanesa con huevo frito y papas fritas super abundante.

El tema fue donde dormir, pensábamos dormir ahí en el centro, pero cuando volvimos después de cenar, no nos gustó mucho el ambiente y menos el ruido que hacían los autos.

Nos subimos a los autos y empezamos a recorrer, era un mundo de gente, autos, ruido y música por todos lados, no importara cuanto te alejaras del centro.

Al final, el cansacio nos ganó y estacionamos en un barrio bastante lindo. Todos durmieron menos yo, me desperté un montón de veces y cuando por fin me dormí, ya nos teniamos que levantar! 😦


 

 

Deja un comentario